Fotografía: Cabalar-Cabalar/EFE
Málaga y Osasuna estrenaron la competición liguera con un
empate (1-1) que logró el equipo rojillo en los últimos minutos del partido.
Todo pintaba bien, comenzaba La Liga, en La Rosaleda y en
plenas fiestas de Málaga. Sin embargo, ambos equipos entraron dubitativos,
nerviosos. En la primera parte no tuvieron demasiadas ocasiones ninguno de los
dos conjuntos, quizás alguna suelta del Málaga, que al ser el anfitrión tenía
que demostrar más ante los suyos.
Sin embargo ya la segunda mitad comenzó de otra manera, y
diez minutos después de que se iniciara, un balón largo de Kameni hizo que
Juanpi abriese el marcador (eso sí, tras un buen pase de Jony, todo hay que
decirlo).
A partir de ahí el Málaga comenzó a dominar más el partido,
un partido que se atascó un poco por la cantidad de faltas que se hicieron. Y
cuando ya parecía que el conjunto andaluz se iba a llevar el gato al agua vino
Fran Mérida y tras un buen centro de Jaime Romero, batió a Kameni en el minuto
84 de partido, por lo que el resultado final fue ese.
Del segundo partido de la jornada en el que se enfrentaban Dépor y Eibar, salió
el primer líder de La Liga, el Deportivo
de la Coruña, al ganar 2-1 al conjunto de Mendilibar.
A decir verdad los gallegos salieron a morder, y ya a los
tres minutos pudieron adelantarse en el marcador con un penalti sobre Juanfran
que el árbitro Melero López no pitó. Poco a poco los vascos se fueron
encontrando más cómodos y gracias a Bebé, fueron avisando a la portería rival.
Al final llegó el descanso y ambas porterías estaban a cero.
Comenzó la segunda mitad y el Dépor se llevó un gran chasco
con el gol de Ramis de córner en el
minuto 54. Pero poco le duró la alegría al Eibar, ya que 15 minutos después los
gallegos empataban gracias a un fallo defensivo y por supuesto a Mosquera.
Con el partido en empate comenzó un tira y afloja constante
por los tres puntos. Pese a esto, el partido se decidió con una jugada
polémica: Melero López esta vez sí pitó un penalti de Juncà sobre Lucas,
bastante riguroso he de decir. Y claro, el más listo de la clase no perdonó y
dio la victoria y liderato a su equipo (de momento).
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