En días como hoy el mundo se para durante dos horas.
Millones de personas de todos los países pendientes de 2 equipos españoles:
Real Madrid y Barcelona. Hoy es el famoso clásico, el que tantos momentos
para recordar nos ha dejado, felices y tristes, eso dependiendo del color de tu
camiseta. Recuerdos como el partido en
el que Raúl mandó callar al Camp Nou, o si no en el que el Bernabéu se puso de
pie para aplaudir al gran Leo Messi, o en el que el Barcelona tuvo que hacer un
pasillo a su rival. Un clásico es un partido que puede hacer que dos amigos que
son de distinto equipo se odien durante 90 minutos, pero después que el ganador
sea el que anime al del equipo que ha perdido. Un clásico es un partido que,
más que con los pies, se juega con el corazón y amor a tus colores. Los
veteranos son los que suelen tirar del carro, los que saben más que nadie lo
que significa ganar un partido así, aunque en realidad no se juegue nada. Es un
partido del que se hablará toda la semana, del que no se pondrá nadie de
acuerdo y que dejará ganas de revancha.
Y es que es el partido protagonista de la jornada. En
realidad no se juegan mucho, ya que la diferencia entre ambos es mínima y aún
queda mucha Liga para decidir. Sin embargo, ganar al máximo rival de tu equipo
siempre se celebra como un título más (o casi).
Los de Luis Enrique afrontan este partido con optimismo, con la
oportunidad de aumentar la distancia frente a su perseguidor en la tabla. El
Real Madrid busca terminar de pasar el bache que han sufrido en las últimas
semanas y dar un motivo de alegría a su afición.
En este post no voy a hablar de tácticas, de onces iniciales
y de lesionados. En un partido como el de hoy eso no importa, puesto que todos
los jugadores disponibles darán su 100%. Además, algo que suele caracterizar a
los futboleros es que cada uno piensa que es el que más sabe de fútbol, por lo
que lo que escriba yo aquí no va a importar demasiado.
Sin embargo, de algo sí que quiero hablar. El enfrentamiento
Barcelona-Real Madrid es muy importante sí, es un partido del que habla todo el
mundo. Pero sigue siendo fútbol, un juego. La rivalidad tiene que ser una
rivalidad sana, rivalidad de esa con la que te vas a tomar una caña después del
partido. Puedes amar a tu equipo, pero también tienes que tener límites.
Además, aunque hay muchos aficionados de ambos equipos, también hay muchos
aficionados del Valencia, Atlético, Elche, Sevilla, Villarreal, Getafe, etc. Todos
los equipos son importantes, y, aunque a veces para la prensa parece que solo
existen estos dos, hay que dejar claro que la Liga no sería lo que es sin los
20 equipos que la conforman, desde el Barcelona al Córdoba. Otros pecarán de
eso, pero mi blog y yo no, por lo que esta noche escribiré sobre lo que haya
pasado en el clásico sí, pero no me olvidaré de los demás partidos de este fin
de semana.
Nada más por aquí, espero que disfrutéis de un día más de
fútbol J