Fotografía: REUTERS
Sí, todos sabemos que llegaste al club de tus amores hace 25
años, sabemos que has defendido el escudo madridista 725 partidos. También
sabemos que has ganado 19 títulos con el Real Madrid, muchos de ellos conseguidos
gracias a ti. Todos los medios de comunicación se vuelcan en resumir tu extensa
biografía en sus páginas, pero esa gran biografía repleta de éxitos no refleja
la leyenda que eres.
Un chico normal, cercano. Sus mejores vacaciones no son en
las Bahamas, si no en su pueblo, como cuando era pequeño. Se ha despedido sin
lujos, sin homenajes, con una sencilla rueda de prensa, porque él lo ha querido
así. La verdad, es que su club no se ha portado del todo bien con él: ha sido
demasiado criticado, sobre todo por el hecho que él ha nombrado en su
despedida, por ser buena persona.
Sí, buena persona. Por no querer malos rollos entre
compañeros de selección, por entender que más allá del fútbol hay vida, por
saber que hay amigos que visten distintos colores. Estos últimos años ha
recibido más críticas que halagos, por gente que ahora “llora” su marcha al
Oporto.
Solo quería decir a los madridistas que tienen que estar
agradecidos porque en su club ha jugado toda su vida una leyenda, porque ha
conseguido grandes cosas con el escudo del Real Madrid, porque lo ha dado todo
por su equipo y por la selección, y porque seguirá siendo madridista esté donde
esté. A los que le han criticado tanto, deciros que jugadores como Casillas no
tienen muchos equipos, y que él ha demostrado más amor por el equipo que
vosotros insultando cada fin de semana a uno de los vuestros. Porque era de los
vuestros, aunque el entrenador que tanto queréis y que ahora critica a vuestro
equipo, dijera lo contrario. Un equipo no
es solo una lista de nombres que dan rendimiento, un equipo es un grupo
de personas que dan todo lo que tienen por conseguir éxitos juntos, equipo y
afición. No sabéis valorar lo que tenéis, y espero que no lo echéis en falta
nunca.
A ti Iker, solo darte las gracias por todo lo que has dado
al Real Madrid y al fútbol español. Por emocionarme cuando levantabas las
Eurocopas, la Copa del Mundo, o la Décima. Por hacernos sentir invencibles
cuando paraste los penaltis a Italia, por hacernos llorar con tus lágrimas, por
tus abrazos sinceros con tus compañeros y amigos, por ser un gran capitán
madridista, y español como ninguno. Gracias por ser esa buena persona, digan lo
que digan tus detractores. Espero que en el Oporto te sepan tratar como la
leyenda que eres, y espero mucho más que vuelvas pronto a la que realmente es
tu casa, con tu familia, todos los madridistas que te van (vamos) a echar mucho
de menos.
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