Un gran Leo Messi consiguió para su equipo medio billete para
la final de la Champions League, tras ganar 3-0 al Bayern de Múnich con dos
goles del argentino.
El encuentro empezó con una primera parte trepidante, con
muchísimo ritmo y ocasiones por parte de los dos conjuntos. Buen partido de
ambos equipos, pese a que el Barcelona tuvo alguna ocasión más que su rival.
Perdonaron bastantes goles, y Neuer protagonizó el papel de héroe salvando
varias veces su portería.
Desde el minuto 4 de partido, cuando Luis Suárez reclamó un
penalti que no fue, no dejaron de tener ocasiones durante toda la primera mitad.
Se sucedían entre uno y otro equipo, teniendo tres clarísimas en los primeros 20 minutos de
partido. El encuentro prometía y mucho, pese a que se fuera al descanso con
empate a 0.
Empezó la segunda mitad con una falta peligrosísima a favor del
Bayern y que efectuó un ex jugador madridista, Xabi Alonso, falta que pegó en
la barrera azulgrana. Los alemanes comenzaron mejor esta segunda parte, y
empezaban a crear apuros al Barcelona. Sin embargo, los de Luis Enrique
parecieron reaccionar, y a partir del minuto 60 empezaron a mejorar
notablemente, encerrando al Bayern en su área y con numerosas ocasiones claras
de gol.
Sin embargo, el primer gol no llegó hasta el minuto 77 de
partido aproximadamente, cuando Messi dispara un zurdazo que entra por la
izquierda de Neuer, esta vez sin mucho acierto. Apenas habían pasado 3 minutos
del primer gol cuando llega el segundo: otra vez Messi, que encara a Boateng,
le hace un recorte y bate a Neuer una vez más, poniendo en pie al Camp Nou (no
es para menos).
El Bayern ya estaba muerto y mirando el reloj. Dos goles que
habían hecho mucho daño al equipo alemán, equipo que confiaba ahora en la revancha en
el partido de vuelta. Pero hubo tiempo para un gol más: en el minuto 94, a
punto de finalizar el partido, el FC Barcelona sale a la contra, Messi se la
pone a Neymar y el brasileño le cuela el balón al portero alemán por debajo de
las piernas. No hubo tiempo para más.
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