Fotografía: Real Madrid (realmadrid.com)
El Real Madrid pasó a semifinales de la Champions tras ganar
por la mínima a un desaparecido Atlético. Chicharito aprovechó su oportunidad y
fue el autor del gol y el protagonista del partido. El Atleti del Cholo no se encontraba cómodo y
la expulsión de Arda Turán en el minuto 78 puso el partido muy cuesta arriba para ellos.
Sonaba el himno de la Champions en el Santiago Bernabéu.
Todos los jugadores miraban hacia el frente, concentrados. Se jugaban las
semifinales en este partido. La afición también era consciente de ello, por lo que
los madridistas se reunieron horas antes en los aledaños de su templo para insuflar fuerza a los suyos, y dentro del estadio, cerca de 80.000
banderas blancas ondeaban casi a la vez, creando una atmósfera de Champions
idílica. Los atléticos, pese a ser clara minoría y jugar fuera de casa, se hacían
oír, y vamos que si se escuchaban.
El Real Madrid salía sin Marcelo, Modric, Benzema y Bale;
Ancelotti adelantó a Ramos sin estar muy seguro de las garantías que podía
ofrecer. El Atlético apenas se hizo notar en los primeros minutos del
encuentro, aunque con el paso del tiempo poco a poco se fue asentando. La
verdad, es que no fue un partido demasiado bonito y vistoso, quizás por el
miedo a arriesgarse y recibir un gol.
La segunda parte comenzó con 0-0, y casi igual que la
primera: no sucedía gran cosa. Los planteamientos de los entrenadores no ayudaron
al espectáculo, preferían no arriesgar y esperar a que llegase el gol por un
error del contrario. El Atleti apenas generaba ocasiones, no encontraba demasiada
movilidad: estaba demasiado estático. Y si por si esto fuera poco, en el minuto
78, Arda Turán recibió la segunda amarilla (muy rigurosa) por un plantillazo sobre Sergio
Ramos y fue expulsado. El Atlético tenía
el partido más cuesta arriba que nunca. De los colchoneros, el que mejor papel
realizó fue su portero, Oblak, que salvó a su equipo en más de una ocasión.
El mejor de los madridistas fue, sin duda alguna,
Chicharito. El mexicano aprovechó la oportunidad que le dio Ancelotti (no le
quedaba otra), y calló la boca a la gente que tanto se había escandalizado con
su fichaje. Estuvo muy participativo todo el tiempo que estuvo en el
campo, era el que generaba las ocasiones
y el que, en el minuto 88, hizo que el Madrid pasase a semifinales con su gol. Un
premio muy merecido a todo su esfuerzo.
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