Fotografía: Ángel Rivero/MARCA
Tras la dolorosa derrota ante el Sevilla en Liga, el Real
Madrid y el Celta se encontraban en Copa del Rey dispuestos a cambiar el chip.
Sin embargo, lo único que pasó fue que aumentó el dolor para los blancos, ya
que perdieron 1-2 en un partido tirando a aburrido, pero con unos minutos
caóticos que lo decidieron.
El primer cuarto de hora del partido fue bastante flojo, sin
ocasiones para ninguno de los dos equipos. Los blancos no parecían encontrar su
sitio en el césped, mientras que el Celta jugaba tímidamente, como si tuvieran
ya el partido perdido. Según iban transcurriendo los minutos, el equipo gallego
adquiría más peligro y oportunidades. El Real Madrid parecía que iba a
responder a las contras del Celta, pero al final el encuentro se fue al
descanso empatando a 0.
En la segunda parte salieron los de Zidane con ganas, pero
se quedó en eso, ya que el Celta golpeó primero: en el minuto 64 Iago Aspas
aprovecha un despeje fallido de Marcelo y la enchufa desde el punto de penalti,
sin mucho que hacer Casilla.
Tras esto, Marcelo se quiso redimir de su error anterior y
apenas cinco minutos después marcó un auténtico golazo. Imaginen: centro de Kroos
(que no estaba dando una), el rechace lo coge el brasileño y marca de volea.
El partido estaba descontrolado, ya que en la siguiente
jugada marca Jonny para volver a adelantar al Celta en el partido. Poco le duró
la alegría a los blancos. Los minutos posteriores fueron del Madrid, intentando
empatar el partido, pero se quedó en eso: en el minuto 81 lo intentó Varane, y
dos minutos después Benzemà, que la tuvo y la mandó por encima del larguero.
No hubo nada que hacer, segunda derrota consecutiva del
líder de la Liga Santander, esta vez en Copa, ante un Celta que en la segunda
mitad tuvo dos golpes de suerte que le hicieron ganar el partido y poner la
eliminatoria de cara.
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