sábado, 2 de septiembre de 2017

La magia de Isco en el Bernabeu... con España



El Bernabeu acogió este partidazo como la ocasión lo merecía: completamente de rojo. Finalmente, David Villa no fue titular y tampoco Morata, por lo que España salió con Marco Asensio de falso 9.
España comenzó el partido tocando bastante el balón, dominando la posesión y los italianos encerrados en su campo. En el minuto 4 Verratti se llevó la primera amarilla por una dura entrada a Busquets. El partido estaba siendo muy intenso, muy físico.

Minuto 13: falta a favor de la selección española, la pega Isco y la pone donde Buffon no puede llegar. Golazo del madridista que se lleva una sonora ovación. Tras estrenar el marcador, la Roja no se relajó, todo lo contrario, buscaba sentenciar el partido.

En el minuto 22 de partido De Gea, que no había tenido mucho trabajo hasta el momento, tuvo que realizar un  auténtico paradón para detener el remate de Belotti de cabeza. Tras esto, los nuestros pasaron algunos apuros, pero solo hasta que en el minuto 38 Isco volvió a poner patas arriba el Santiago Bernabeu. Un jugadón de España: Isco recibió en la frontal, amaga con la derecha, se perfila a la zurda y la manda pegadita al poste de Buffon.  Y después de esto, poco más tuvo el partido en la primera mitad.

En el segundo tiempo, España comenzó como en el primero: dominando.  Pasaban los minutos y los nuestros tenían bastantes ocasiones pero ninguna se materializaba, como el de Marco Asensio en el minuto 55 o el de Koke pocos minutos después. En el minuto 71, salió del campo Andrés Iniesta bajo una gran ovación y entro Álvaro Morata, que poco tardó en hacer de las suyas. Y digo esto porque cinco minutos después marcó un auténtico golazo que desmoronó del todo a la selección italiana: contra de Sergio Ramos y del mismo Morata, contra que terminó Ramos pasándosela cruzada a Morata y éste rematando donde Buffon no pudo llegar.


Tras el gol, el Bernabeu quería ver al protagonista de la concentración de la selección, y coreó el nombre de David Villa hasta que Lopetegui le sacó a calentar. Ver la imagen de Villa calentando en la banda  y sonriendo nervioso como si fuera un debutante no tiene precio, y la verdad es que “el guaje” merecía algo así. Estuvo poco en el partido, apenas 4 minutos, pero la ovación de la noche se la llevó él e Isco, que fue el que le dejó el sitio. Esperemos que en el próximo partido juegue más minutos y pueda demostrar que sigue teniendo un hueco en esta selección.

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